El papel del CEO en la responsabilidad social de las empresas

Agustín Llamas y Karla Petersen, profesores del IPADE Business School, exponen qué tareas tiene un líder empresarial activista.

El papel del CEO bien podría parecerse al de un influencer de hoy en día. Sus decisiones, sus acciones y sus opiniones tienen un peso significativo entre sus colaboradores, pero no se trata de hablar de cualquier cosa, sino que al ser activista debe apegarse a un compromiso social y con la empresa.

De acuerdo con el estudio CEO Activism de Weber Shandwick y KRC Research, los consumidores esperan que las empresas y sus directores adopten una postura sobre temas trascendentes, ya que sus CEO pueden incidir en la opinión pública e incluso en el gobierno. En el Reino Unido se estima que el porcentaje de personas que consideran esto es de 33%; en India es 65%; en Italia, 45%, y en Brasil, 61%.

Pero no solamente los consumidores, sino también los colaboradores de una compañía desean que el CEO se involucre en temas relevantes para la sociedad y el entorno. La misma investigación indica que más de 40% de los millennials serían más leales a una empresa donde el CEO asuma una posición sobre un problema social.

El CEO debe plantearse cómo ese problema influye en el sector en el que se desarrolla su empresa; a partir de ello, puede delinear su punto de vista, o inclusive habrá asuntos que no se relacionen directamente con su compañía, pero sus colaboradores siempre lo apoyarán si él mantiene una actitud en línea con la imagen que busca proyectar de su propio negocio.

Actualmente, por ejemplo, los temas acerca del medio ambiente son una preocupación global, y es por ello que muchos líderes se enfocan en aportar productos o servicios aspectos encaminados hacia la sustentabilidad y así muestran su obligación con el medio ambiente. Lo mismo sucede con temas sociales, ya que al emitir una postura sobre esto, se refleja la responsabilidad social de la empresa.

En un artículo publicado por la revista Istmo, Agustín Llamas Mendoza, profesor decano del área de Entorno Político y Social de IPADE Business School , indica que toda empresa tiene tres tipos de responsabilidades: la técnica, que tiene que ver con lo que hace desde adentro la empresa, como sus productos o servicios; la responsabilidad humana, que se orienta en los valores e intereses de las personas desde una perspectiva integral y antropológica; y la responsabilidad con el entorno, que responde a la Responsabilidad Social Empresarial, al impacto de la empresa hacia la comunidad y cómo ayuda a formar un entorno más sustentable.

Por su parte, Karla Petersen O’Farrill, del área de Entorno Político y Social de IPADE Business School, en una entrevista para Istmo, comenta que la pandemia traerá mayor pobreza a nivel global y es aquí donde las empresas tendrán una posición decisiva para enfrentar el problema. Karla Petersen señala sobre el papel del CEO: “El suyo puede ser un papel de liderazgo en la transición económica y tecnológica, pero generando modelos de negocio que tengan a la persona en el centro, que busquen una mejor calidad de vida y considerando el impacto social de sus acciones”.

De esta forma, las empresas deberán asumir su rol como un ente que aporte obras que repercutan en la vida de las personas.

“La realidad es que el activismo (no de hoy, sino de siempre) es de los empresarios y CEO socialmente responsables, es connatural a su propio liderazgo (…) una empresa socialmente responsable es dirigida por liderazgos socialmente responsables y por tanto esa condición los obliga a tener ese activismo en el entorno en temas controvertidos o no y que son relevantes no solo para su organización sino para la sociedad en general”, destaca Agustín Llamas.

De esta manera, observamos que el mejor líder no únicamente busca tener los reflectores en un momento determinado, sino que a lo largo de su trayectoria al frente de un negocio debe estar comprometido con temas sociales, económicos y ambientales, así tendrá mayor aceptación ante los consumidores, sus colaboradores y la sociedad.